La deserción en la educación superior
La vida universitaria está llena de decisiones que determinan el futuro de quienes pertenecen a esta, ya que es aquí en donde la libertad comienza a jugar con la integridad de cada uno. La decisión de hacer parte de un plantel educativo en donde se pretende aumentar la posibilidad académica de cada uno de sus integrantes es una decisión que muchas veces propia o pero otras es ajena a los deseos de cada quien. La deserción universitaria depende de distintos factores que al final puede significar la perdida de sueños y deseos de hacer parte activa de la sociedad.
Este fenómeno cada vez está haciéndose más fuerte, ya que no solo se evidencia en universidades públicas sino privadas también y esto complica cada vez más la situación de nuestro país pues así debilita de gran manera nuestro sector económico y social. La educación sin duda es la base de cualquier sociedad. Los factores que pueden evitar que gran cantidad de estudiantes estén dejando sus carreras a un lado es la falta de conciencia y de información con respecto a programas académicos, los perfiles de cada carrera y las perspectivas a las que pueden aspirar. A veces la deserción se presenta cuando existe una desmotivación por el rendimiento académico o por el programa de la carrera escogida. Sin embargo varios de los aspectos que promueven este fenómeno tiene que ver con el aspecto económico por lo que le quita la oportunidad a personas que a pesar de que desean hacer parte de programas de educación superior no pueden y por el contrario personas que no desean asistir por educación y tienen todas las oportunidades prefieren dejarse llevar por actividades superficiales que no los deja tener un futuro con proyección y los deja estancados en una calidad de vida y proyectos de vida mediocres que son guiados y restringidos por prioridades efímeras que no aportan a su enriquecimiento personal.
Finalmente considero que la deserción estudiantil puede clasificarse en personas que lo hacen por voluntad propia y otros que lo deben hacer por la falta de recursos ya que estos pueden asistir a los programas pero existen gastos diferentes a los que tienen que ver directamente con la carrera. La realidad de la deserción está estrechamente relacionada con la falta de proyección de los jóvenes, los pocos ideales y metas que se trazan y muchas veces la falta de autonomía para llevar a cabo las responsabilidades y manejar el tiempo de una manera adecuada de tal modo que ninguno de sus aspectos cotidianos interrumpan con el deseo de ser parte activa de una sociedad en donde se pueda hacer parte por medio de ideas propositivas y criticas que le den un nuevo rumbo a nuestro país. Es importante brindarle oportunidades monetarias a las personas que tengan el deseo de ser parte de nuestro entorno ya que de esta manera la perdida de oportunidades puede brindarle al país el desarrollo que tanto busca para así eliminar la brecha que nos limita a permanecer como una sociedad que no aporta y por el contrario se resigna a una realidad que ya nos ha hecho insensibles.
Ana Maria Fiallo Rincon
ID 138046
lunes, 6 de octubre de 2008
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